En Roa, lechazo, llegamos como pudimos. Aprendida la lección, para comer, cuando hagamos la salida, no vuelvo a plantear donde comer salvo que sea imprescindible. Tanto planificar que finalmente los planes salen como el culo. A parte de eso hubiera comido el doble o mas… el lechazo cojonudo a pesar que llegamos tarde y es un plato que tiene que comerse en la hora acordada por el punto de cocción, la mocillita también buenísima. Pero el cuerpo ya no esta para tanto abuso. Como resultado, me hice dos mini siestas después de la comida, nunca antes tuve tanta necesidad de dormir en nuestras rutas. Aunque parece que descubrí lo que causaba tanto cansancio, intolerancia al gluten. También cayeron tres botellas de Rivera del Duero, 12 Estrellas de Galicia y 8 chupitos de licor café.
Aquí os dejo el enlace a su pagina web restaurante Asados Nazareno
Pues a mi el lechazo me sentó de maravilla, estaba de 10¡¡¡